Es indispensable entutorar los cultivos de hortalizas ya que se mejoran las condiciones para lograr un buen desarrollo
Llevar a cabo la práctica cultural de tutoreo beneficia diversos cultivos y en algunos otros es una práctica fundamental para su buen desarrollo.
Cuando se habla de tutoraje en el ámbito agrícola nos referimos a proporcionar un sistema de soporte que funcione como guía para el crecimiento y desarrollo de diferentes tipos de plantas. La práctica de tutorero se ha venido realizando desde hace ya muchos años.
Existen varios tipos de tutores, que se adaptan al tipo de crecimiento que presenta la planta que se necesita entutorar.
Como algunos ejemplos de las plantas que necesitan tutoreo tenemos arboles, plantas arbustivas, plantas con crecimiento rastrero, etc.
Como ejemplos de algunas técnicas de tutoreo para diferentes cultivos tenemos: mediante rafia, mallas para tutoreo, ramada o carpa, caballete, en forma de tipi, con vara y la forma de entutorar utilizada para guiar el crecimiento de los arbustos.
Objetivos de entutorar
El objetivo de llevar a cabo esta práctica, es el de brindar al cultivo las condiciones adecuadas para evitar estrés del mismo y por lo tanto obtener una producción de buena calidad.
Ventajas de brindar soporte a los cultivos
Al realizar esta práctica cultural dependiendo del cultivo se obtienen varias ventajas como: reducir los factores de estrés mecánico del cultivo, evitar contacto directo de los jornaleros, disminuir el número de fuentes o situaciones de contagio de algún fitopatógeno, facilitar otras actividades culturales como aplicación de tratamiento de desinfección.
Brindar soporte a hortalizas
Unas de las familias de plantas a las cuales resulta fundamental llevar a cavo la práctica de tutorar, tenemos a las solanáceas y a las cucurbitaceas.
En la familia de las solanáceas tenemos como representantes: el tomate, tomate de cascara, berenjena y chile; y como representantes de la familia de las cucurbitáceas tenemos como representantes a los pepinos, melón, calabaza.
Por lo general las técnicas de tutoraje que se llevan a cavo en estos grupos de plantas es por medio de rafia agrícola o mallas tutora.
Entutorar con espalderas HORTOMALLAS
Para favorecer a los cultivos que pertenecen a la familia de las solanáceas, por ejemplo, el cultivo de tomate, es indispensable tutorarlos con mallas tomatera.
La forma tradicional de tutorero con esta malla de soporte es con una instalación de forma vertical, sirviendo la malla como guía para el crecimiento de de la planta y como soporte o sostén del peso de los frutos, evitando que se ahorquen sin interrumpir en el desarrollo del mismo.
Además las HORTOMALLAS se puede montar a doble malla, esto es instalando una malla a cada costado de la hilera de plantas. Las ventajas que se obtienen con este tipo de tutoreo a doble malla son: tener un control sobre el crecimiento de la planta, reduciendo el espacio que abarque un surco del cultivo debido al crecimiento de las plantas, aumentando así el área que se pueda aprovechar para incrementar el número de surcos.
En el caso de las plantas pertenecientes al grupo de las cucurbitáceas y presentar un crecimiento rastrero, al tutorar con mallas las ventajas que se obtienen son: un área adecuada para el desarrollo de la planta, un soporte resistente para el peso bruto de la planta, reducción de factores que pongan en riesgo la salud del cultivo, aumentar el área de cultivo, eliminar el número de mano de obra, minimizar fuentes y situaciones de transmisión de fitopatógenos, aumentar el volumen y calidad de la producción.