Temperaturas optimas para distintas especies
Cada cultivo de hortalizas tiene una temperatura óptima para su crecimiento y desarrollo. Según FAO, las especies cultivadas bajo protección son principalmente especies de estación cálida, adaptadas a temperaturas de aire con medias mensuales que fluctúan de 17 a 27 ºC.
La temperatura, existen otros factores climáticos que influyen en el desarrollo de los cultivos de hortalizas. Según Aprendamos Horticultura, estos factores son:
- Humedad: La humedad es importante para el crecimiento de las plantas, ya que influye en la absorción de nutrientes y en la transpiración. La humedad relativa óptima para el cultivo de hortalizas oscila entre el 60% y el 80%.
- Luz: La luz es necesaria para la fotosíntesis y el crecimiento de las plantas. La cantidad de luz necesaria varía según la especie de hortaliza. Por ejemplo, las hortalizas de hoja necesitan menos luz que las hortalizas de fruto.
- Precipitación: La precipitación es importante para el crecimiento de las plantas, pero un exceso de lluvia puede ser perjudicial para los cultivos. La cantidad de precipitación necesaria varía según la especie de hortaliza y la región.
- Viento: El viento puede ser beneficioso para los cultivos, ya que ayuda a la polinización y a la circulación del aire. Sin embargo, un exceso de viento puede ser perjudicial para los cultivos.
El cultivo de hortalizas requiere de condiciones climáticas adecuadas para su desarrollo y producción. La temperatura es uno de los factores climáticos más importantes para el cultivo de hortalizas, ya que influye en el crecimiento y rendimiento de los cultivos. Cada especie de hortaliza tiene una temperatura óptima para su crecimiento y desarrollo, y es importante mantener una temperatura adecuada para el cultivo de hortalizas.
Aportes que ofrece la malla espaldera en cultivo de hortalizas
La malla espaldera es una herramienta utilizada en la agricultura para el soporte y guía de las plantas. En el caso de los cultivos de hortalizas, la malla espaldera ofrece varios aportes que benefician el crecimiento y rendimiento de los cultivos.
- Soporte y guía para las plantas
La malla espaldera proporciona un soporte y guía para las plantas de hortalizas, lo que permite un crecimiento vertical y ordenado de las mismas. Según Agricultura y Jardinería, esto facilita la recolección de los frutos y evita que las plantas se enreden entre sí, lo que puede afectar su crecimiento y desarrollo.
- Mejora de la calidad de los frutos
La malla espaldera también contribuye a la mejora de la calidad de los frutos de las hortalizas. Según Agricultura y Jardinería, esto se debe a que la malla espaldera permite una mejor exposición de los frutos al sol y al aire, lo que favorece su maduración y mejora su sabor y textura.
- Aumento del rendimiento de los cultivos
El aumento del rendimiento de los mismos. Según Agricultura y Jardinería, esto se debe a que la malla espaldera permite un mayor aprovechamiento del espacio disponible, lo que permite cultivar más plantas por unidad de superficie. Además, al facilitar la recolección de los frutos, se evita que se pierdan o se dañen durante el proceso de recolección.
- Protección contra el viento y otros factores climáticos
La malla espaldera también ofrece protección contra el viento y otros factores climáticos que pueden afectar el crecimiento y desarrollo de los cultivos de hortalizas. Según Aprendamos Horticultura, el viento puede ser perjudicial para los cultivos, ya que puede dañar las plantas y afectar su crecimiento.
Importancia de la regulación de los factores ambientales que pueden dañar a un cultivo de hortalizas
La regulación de los factores ambientales es crucial para el éxito de un cultivo de hortalizas. Uno de los factores ambientales más importantes que deben ser regulados es la exposición a los rayos UV. Los rayos UV pueden dañar las hojas y los tallos de las plantas, lo que puede reducir su crecimiento y producción. La exposición prolongada a los rayos UV también puede causar quemaduras solares y otros problemas de salud en los trabajadores agrícolas.
Una forma de regular la exposición a los rayos UV es mediante el uso de mallas de protección solar. Las mallas de protección solar bloquean los rayos UV dañinos y reducen el aumento de calor, lo cual las hace una excelente opción para usar en persianas y en la agricultura. La malla de uva es un ejemplo de una malla de protección solar que se utiliza en la agricultura para proteger las uvas de los rayos UV. La malla de uva está hecha de polietileno y seis monofilamentos de resistencia industrial. Es a prueba de putrefacción, impermeable y resistente al fuego, así como estabilizado a los rayos UV.
La malla de uva es resistente a las llamas y súper fuerte, por lo que evitará que las aves aniden en el viñedo. Otro ejemplo de malla de protección solar es la malla Raschel. La malla Raschel está estabilizada contra los rayos UV y se ha desarrollado para la protección de cultivos y plantas de los rayos UV y de las condiciones climáticas adversas. La malla Raschel controla el microclima y proporciona las mejores condiciones para el crecimiento y un mayor rendimiento de los cultivos.